El precio del bolívar en relación al dólar afecta la competitividad del sector calzado y amenaza la recuperación de la economía nacional para 2023
Caracas, noviembre 18, 2022.
El cono monetario nacional y que acuña en papel moneda y metal al padre de la patria, se cotiza frente al dólar americano en más de 9 bolívares según la tasa de cambio oficial vigente para el inicio de esta semana y se pasa de los 11 en el mercado paralelo.
Tales cotizaciones, asfixian las exiguas capacidades instaladas y operativas de los distintos sectores económicos, como el calzado, para la explosión de sus productos para cubrir la demanda nacional en favor de los consumidores dentro del país.
La economía patria entró en la progresiva agudización de la crisis que denunciaba Domingo Maza Zavala, desde el mandato de Luis Herrera Campíns, por escandalosos casos de corrupción y posterior devaluación del bolívar frente al dólar, si bien inicialmente vio comprometida la competitividad del país en el mercado.
Eso fue variando luego del Gran Viraje Comercial en el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez, por el cambio de un modelo proteccionista a uno de libre mercado, pero muchos venezolanos no lo percibieron más allá del Caracazo y las intentonas golpistas, una vez los cambios que continuaron coincidieron con la aparente revitalización de la economía por los precios del barril del petróleo.
No obstante, hoy día a los problemas económicos se han añadido los políticos en sus distintas dimensiones, y ahora pueden advertirse claramente la progresiva pérdida de la confianza entre los venezolanos y sus instituciones, así mismo, del poder adquisitivo.
La crisis de gobernabilidad, como consecuencia de intentonas de salidas contrarias al orden constitucional por parte de algunos actores de la oposición, el menoscabo y el relajamiento de ciertas libertades tenidas y aceptadas como derechos humanos tales como el derecho a la propiedad por las contradicciones propias de toda democracia moderna.
También, el enrarecimiento de las condiciones de la oferta y la demanda dentro del mercado nacional fruto indirecto de las sanciones unilaterales como la República Bolivariana de Venezuela a partir del año 2015.
Sectores como el calzado, que antes fuera competitivo por la calidad de sus productos y constante originalidad e innovación de sus diseños, fue afectándose y perdiendo atractivo en la producción.
Es así, como en la actualidad y según advirtió el pasado 13 de este mes la Cámara Venezolana del Calzado y Componentes (CAVECAL), en publicación para un importante diario de circulación nacional durante este mes, solo puede cubrir la demanda del treinta por ciento de la población nacional.
La CAVECAL señala ese porcentaje se explica por el déficit en los costos de producción, como consecuencia del valor de la moneda nacional frente al dólar para la adquisición de insumos y materiales importados para la inversión en innovación tecnológica.
El mantenimiento de equipos y maquinarias existentes y compra de materias primas no producidas o disponibles en stocks o inventarios de sus proveedores nacionales.
Aunado a problemas por la escasez de mano de obra calificada por razones salariales o migración de personas por razones político-económicas, sin olvidar las fallas o interrupciones más los costos de servicios públicos necesarios como lo son la electricidad, el aseo el gas, el agua potable, telefonía e internet o la voracidad fiscal por tributos nacionales o municipales.
El Ejecutivo Nacional de acuerdo a sus competencias en materia económica debería para estimular el motor productivo de la industria del calzado.
Favorecer ferias y ruedas de negocios donde los productores puedan mostrar sus capacidades y potencialidades. Incluso, otros actores económicos dentro del territorio nacional mejorar sus expresiones respecto al gobierno del país para favorecer la confianza de todas y todos los venezolanos, las y los extranjeros residentes para evitar presiones sobre la economía por falta de confianza .
Tan pequeña intervención popular alcanzaría para que el poder adquisitivo no caiga tan aceleradamente e incluso, contribuir a largo plazo en la estabilidad y eventual recuperación del valor nominal de la divisa monetaria internacional por otras dentro del comercio internacional.
De revertirse en el corto o mediano plazo esta situación el país podría incursionar en otros mercados luego de tener cubierta la demanda nacional, muy especialmente, si fuera capaz de capitalizar el cierre de algunas fábricas chinas productoras de calzados por efecto de la pandemia del Covid-19 más la resistencia de algunos consumidores en mercados internacionales a los productos de este país por razones fundadas en el miedo y la discriminación.
No olvidemos que el expresidente de Estados Unidos, Donal Trump, se refirió a la enfermedad infecciosa provocada por el virus SARS-CoV-2 como el virus chino.
También el sector calzado y otros como el textil, se favorecerían aprovechando la ventaja competitiva de su cercanía a otros mercados en América latina por la crisis de los contenedores y el reciente aumento de los fletes del comercio marítimo por razones de la Guerra de Rusia y Ucrania principalmente.
En el sentido antes expuesto, merece especial mención el hecho de que Venezuela sea reconocida a nivel mundial por un país de mujeres bellas.
En términos de competitividad y libre competencia la fama del Miss Venezuela favorece la inversión de capitales para la producción, comercialización y exportación de artículos de vestido y calzado, muy particularmente porque Caracas se consideraba entre las grandes capitales de la moda hasta no hace mucho.
También, el país por sus ventajas absolutas como país petrolero y la riqueza de sus suelos podría competir dentro del mercado nacional e internacional en la producción de perfumes, fragancias, cosméticos y demás artículos de cuidado personal.
Bastaría que el Poder Legislativo Nacional propicie la formación y discusión de una ley de Tallas Nacionales, por ejemplo. Que el Ejecutivo Nacional ofrezca en las instituciones de educación pública nacional carreras disruptivas a lo que es hasta hoy el programa educativo, introduciendo carreras como el diseño de textiles, calzados y modas.
En suma, el sector calzado y así también el de los textiles y cosméticos se presentan muy propicios, más aún, si consideramos existe la voluntad política entre el gobierno y muchos representantes gremiales de la industria y el comercio de participar en actividades productivas económicas dentro de las zonas económicas especiales.
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